Y los odio porque siempre caigo en ellos.
Mi primer experiencia culera con uno fue en la preparatoria hace como 3 años cuando se dejó venir una lluvia mega cabrona a la hora de la salida y al apenas avanzar 100 metros con el coche, caí en un bache que estaba tapado por una laguna de agua. ¿El resultado? una llanta ponchada.
La segunda vez fue en diciembre del año antepasado, llevé a una tía a su trabajo y de regreso caí en uno que más que bache parecía una puerta al infierno, ¡verga!. Conducía a 60 km/h y no alcancé a esquivarlo, el resultado fué el desprendimiento del espejo retrovisor y un susto bien cabrón.
Por último, el pasado viernes por la noche venía de la casa de mi papá y cuando pensaba que mi caótico viaje entre la incesante lluvia terminaría con un final feliz, ¡huevos!, a poco menos de un kilómetro de llegar a casa caí en otro bache tapado por los charcos de agua. No me dí cuenta de los estragos que causó la caída en el hoyo hasta ayer en la mañana que ví una llanta del coche ponchada. Según el señor de la vulcanizadora no fuí el único que cayó en ese bache (ubicado frente a una tienda Soriana), y que a varias personas les fue peor que a mí, jeje (pWn3d).
Por lo pronto la llanta quedó parchada, pero aún hay que comprar una porque así no durará mucho, chale.
¡PUTOS BACHES!
Pd: faltan 3 días para el concierto de Iron Maiden, ¡yay!
¡Saludos!
Habló así